La seguridad en la conducción es algo en lo que debemos de tomar seria conciencia; la industria de la automoción, así como todos los actores que trabajamos en el entorno de la movilidad, llevamos años trabajando en implementar tecnologías que permiten avances importantes en la seguridad.
La siniestrabilidad provoca cientos de muertos en la carretera cada año y sus consecuencias suponen un grave problema para el entorno de la víctima, así como para el propio país. La seguridad en la conducción es algo en lo que debemos de tomar seria conciencia; la industria de la automoción, así como todos los actores que trabajamos en el entorno de la movilidad, llevamos años trabajando en implementar tecnologías que permiten avances importantes en la seguridad.
Sistemas de seguridad en los vehículos
En los últimos años se han ido incluyendo de forma gradual una serie de avances que han permitido poder construir sistemas de seguridad de los vehículos cada vez más robustos y fiables.
Actualmente la conducción podemos decir que es mucho más segura de lo que era hacer varias décadas; la incorporación de sistemas de seguridad en los coches tales como sensores o dispositivos electrónicos tanto en la conducción como en la ayuda a la misma, han tenido como resultado la reducción drástica del numero de siniestros que se producían en tiempos pasados.
Si recordamos como eran los vehículos hace unos pocos años, recordaremos que no disponían de sistemas de seguridad de casi ningún tipo (ni activas ni pasivas). EL ABS, el airbag, los sistemas de retención de sillas de niños o incluso los cinturones de seguridad en todas las plazas del vehículo no existían, con lo que las consecuencias eran tener una mayor siniestrabilidad en las carreteras.
Como decimos, la seguridad de los pasajeros ocupa hoy un lugar primordial para todo el sector de la automoción, así como para todas las industrias que trabajan de forma conjunta. Mejorar constantemente los distintos tipos de sistemas seguridad es un objetivo prioritario, pero esto no tendría un recorrido tan amplio si no se aplicaran también políticas proactivas por parte de las autoridades para concienciar a los conductores y pasajeros de la necesidad de realizar una conducción más segura.
En el ámbito de la seguridad en la conducción, se señalan las medidas de seguridad activa y seguridad pasiva en los vehículos, pero ¿conocemos realmente cuál es la diferencia entre seguridad activa y seguridad pasiva?
Cuando se habla de seguridad activa, nos estaremos refiriendo a todos los dispositivos que evitan que se produzca un accidente o siniestro, por ejemplo, el sistema de aviso de salida del carril es un dispositivo de seguridad activa.
La seguridad pasiva se refiere a todos los sistemas y elementos de seguridad que se activan en el caso que el accidente es inevitable, y su objetivo es reducir las posibilidades de muerte y lesiones graves, como por ejemplo, el cinturón de seguridad.
Sistemas de seguridad activa
Los sistemas de seguridad activa como hemos dicho, tienen el objetivo de “evitar” los accidentes, y por eso los dispositivos de este tipo podemos considerarlos que son cada vez más vanguardistas. La industria incorpora de forma constante nuevas funcionalidades de seguridad activa apoyándose en tecnologías emergentes.
En la actualidad, los elementos y sistemas de seguridad activa se enfocan en “ayudar” a la conducción evitando distracciones innecesarias, y permitiendo al conductor poder tener una mayor previsión sobre lo que pueda ocurrir en la carretera en su interacción con otros vehículos.
Algunos de los sistemas de seguridad activa más comunes en los vehículos actuales son:
- Avisador colisión frontal: el sistema emite un aviso al conductor del peligro de colisión frontal con otro coche o elemento.
- Frenado automático de emergencia: es una ampliación del avisador frontal, pero en este caso el coche cuando detecta un elemento parado delante, en caso de que el conductor no actúe, él actúa de forma automática.
- Avisador de carril: el sistema emite un aviso al conductor para que no se desvíe del carril de conducción. Algunas tecnologías incluso ya realizan la maniobra de reorientación al carril de forma automática.
- Angulo muerto: todos conocemos que al mirar un espejo retrovisor, existe un ángulo muerto donde no existe visibilidad. Este elemento ayuda a detectar si hay algún elemento en ese ángulo mediante una luz de advertencia
- Control de crucero: elemento de seguridad activa ya instalado en el día a día de la conducción. Evita velocidades inadecuadas en la vía además de poder gestionar un mejor consumo de combustible.
Sistemas de seguridad pasiva
Los sistemas de seguridad pasiva como hemos dicho, están destinados a actuar cuando el accidente ya es inevitable, y con el objetivo de reducir los daños que este puede producir en los pasajeros.
Estos sistemas ya se han integrado de forma natural dentro del diseño de los vehículos como parte “necesaria” de los mismos, y es que podemos decir que son la última defensa que tiene el conductor y pasajeros ante la posibilidad de sufrir lesiones de gravedad o la muerte en el siniestro.
Entre los sistemas de seguridad pasiva más comunes, encontramos los siguientes:
- Cinturones de seguridad: fue el primer elemento de seguridad pasiva que se incorporó al vehículo. Con los años su utilidad se ha transformado, ampliándose para todas las plazas que tiene un vehículo, y mejorando los sistemas de bloqueo y retención.
- Airbag: otro elemento ya habitual; elemento por el cual ante una colisión se activa y que permite que el conductor y pasajeros no choquen con la estructura del vehículo en caso de colisión.
Gestión de la seguridad en una flota de vehículos
Hemos abordado la seguridad del vehículo como unidad, pero cuando esto se lleva a un escenario de mayores dimensiones como lo es una flota de vehículos, es necesario gestionar la seguridad añadiendo otros parámetros. La gestión de la seguridad en una flota precisa de una monitorización de los sistemas de seguridad activa y pasiva; necesitamos una plataforma de gestión de flota desde donde poder garantizar que todos los sistemas que cada vehículo posee están en perfecto estado, que han sido revisados en los plazos determinados, o que han de ser sustituidos en los casos en los que se detecta un mal funcionamiento de un sistema.
